En este artículo trataremos sobre el tema de los problemas sexuales más comunes en la mujer e intentaremos darles una explicación a estos desde el punto de vista de la Inteligencia Real Aplicada para hacerlos más cercanos y entendibles tanto para mujeres como para hombres, ya que ambos están igual de interesados en el conocimiento de estos problemas aunque por motivos diferentes evidentemente.
Refiriéndonos a porcentajes, los que representan el grueso de las consultas dentro de los problemas sexuales en la mujer son: falta de deseo, problemas en la excitación, problemas con el orgasmo y problemas en la penetración, bien por la imposibilidad de tenerla o porque esta se produzca con dolor.
Si intentamos explicar el conjunto de estos problemas con el modelo Inteligencia Real Aplicada dentro de lo que es el procesamiento de información tanto externa como interna, comenzaremos diciendo algo que alivia mucho desde el principio; y es que no hay problemas sexuales, nos los creamos o nos los han creado, tan sólo son datos falsos en las cabezas de las personas que los tienen, evidentemente siempre y cuando las causas sean psicológicas.
El programa genético y su aplicación en la acción fisiológica no tiene problemas nunca, funciona excelentemente si es que alguien te atrae, y esto es muy importante, ya que si no hay atracción es que no hay interés en tener relaciones sexuales con esa persona y por tanto no funcionamos, no queremos y eso es una opción en la elección que se realiza de forma inconsciente por este programa. Por tanto, lo que hay que saber es discernir con claridad meridiana, y esto es prioritario por encima de cualquier otra cosa, si alguien no me atrae de verdad, o esa falta de atracción está producida por virus que interfieren en mi proceso de selección automática que está diciendo que sí me gusta y me atrae alguien, pero no me dejan estos virus actuar de forma natural.
Los humanos estamos muy bien diseñados a nivel genético y fisiológico, y todo marcha a la perfección de forma automática salvo que se interfiera activamente en ese buen funcionamiento con conocimiento erróneo, bloqueando de esta forma una respuesta saludable y automatizada que tenemos en nuestro repertorio desde siempre.
En concreto, la mujer genética y fisiológicamente está muy dotada para el buen funcionamiento y el disfrute sexual, tanto en la cantidad de relaciones que puede tener con resultado de orgasmo, como en la variedad de sensaciones diferentes que puede percibir en distintas zonas erógenas, así como en la intensidad con que recibe estas sensaciones; diríamos que es una afortunada con respecto al hombre.
¿Qué pasa entonces para que no se disfrute o no se pueda ni siquiera poder actuar para ver si se disfruta o no, o incluso se tenga rechazo a algo muy placentero como son las relaciones sexuales en la mujer? Hay una explicación básica y esta está fundamentada en los datos suministrados por los programas cultural y/o patológico, los cuales producen sesgos y bloqueos, bien por uno de los dos programas o por la suma de ambos dependiendo de ocasiones, en este caso entrarían en conflicto los mensajes sanos de la genética y la fisiología con los que son virus de la cultura y la psicopatología.
A la mujer culturalmente se la da una educación de bastante más censura en la temática sexual tanto en la expresión verbal como en la actuación física, así como en los pensamientos internos que pueda tener con respecto al sexo.
Luego, como siempre, si se ha entrenado algo con cierta frecuencia, aunque sea de forma inconsciente y automática surgen los problemas que nos crea el programa patológico, es decir, se ha producido un aprendizaje antagónico a lo natural y espontáneo.
Uno solo por sí mismo de estos programas con datos negativos con respecto al sexo, y no digamos la suma de ambos, hacen que aparezcan problemas sexuales tanto en el deseo como en la excitación, y/o en la interacción sexual y en el orgasmo; y provocan ansiedad en las relaciones sexuales o ante la posibilidad de tenerlas, lo cual impide tener una actividad y una vida sexual agradable y satisfactoria tanto a nivel físico como psicológico.
Lo que ha pasado es que hemos creado una base de datos falsos que son los que hacen que el pensamiento y conducta sexual se vean afectados negativamente para poder pensar y actuar bien con respecto a este tema. No se puede pensar bien aunque se quiera porque no nos damos cuenta de dónde se falla, de dónde sesgamos; no tenemos alternativas de pensamiento, y para poder pensar inteligentemente hay que hacer un entrenamiento antagónico al que se ha hecho, donde nuestro programa inteligencia acabe quitando estos datos equivocados, reconociéndolos como ficticios y generando otros ciertos y saludables con respecto a la temática sexual y a las relaciones sexuales, los cuales a su vez quitan los bloqueos y generan respuestas normales y gratificantes que no son evaluadas negativamente, sino al contrario, con lo que se establece un proceso circular positivo que sustituye al que había anteriormente que era negativo.
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